Un nuevo gran avance en materia de salud es el que acaba de poner en marcha el Hospital San Camilo luego de inaugurar la nueva Unidad de Memoria, un nuevo servicio que busca atender a pacientes con algún tipo de demencia, es decir, con patologías que comprometen las capacidades cognitivas de las personas como por ejemplo, el Alzheimer, dando ya el primer paso con la atención directa de pacientes.
De acuerdo al Dr. Arturo Martínez, jefe del servicio de Neurología del Hospital San Camilo, esta nueva Unidad de la Memoria es un anhelo que viene a cubrir brechas en el tratamiento y diagnóstico de las personas con demencia en nuestro valle.
“Viene a complementar el plan nacional de demencia que comenzó su funcionamiento a través de la Atención Primaria y del centro de demencia Quicalcura, que está enfocado al tratamiento tanto de los enfermos, como de sus cuidadores, en donde nosotros podremos aportar con una atención más especializada y multidisciplinaria”
Lo anterior debido a que esta nueva unidad se conformó recientemente con un gran equipo de 5 profesionales dedicados a tiempo completo a este tema, contando con una enfermera, una psicóloga, una trabajadora social, fonoaudióloga y terapeuta ocupacional, de manera de brindar una atención lo más completa posible.
“Hoy en día muchos pacientes no logran tener un acceso oportuno a su diagnóstico y posterior tratamiento pese que esta patología tiene una alta carga emocional y económica para el afectado y su entorno, entonces estas unidades tienen un enfoque pensado en aminorar esta carga y así se pueda llevar la enfermedad de una manera más apropiada”, complementó el especialista.
Cabe destacar que el 1% de la población sufre de algún grado de demencia, lo que llevado a cifras locales se traduce en “unas 3 mil personas a las cuales se les debe sumar su entorno, es decir sus familias y cercanos, cifras que van creciendo con el envejecimiento de nuestra población”, agregó.
Cabe destacar que la demencia es una patología que compromete las capacidades cognitivas de las personas, que puede expresarse en el lenguaje, la memoria o la capacidad de coordinar y planificar. Según el neurólogo, la mayor parte de las veces las personas la asocian con alteraciones de la memoria, pero esto va más allá, porque afecta también su conducta.
“Por ejemplo, las personas utilizan el término demencia senil para referirse a las personas mayores con algún grado de demencia, pero en realidad pueden ser por varias patologías diferentes como Alzheimer, patologías vasculares, u otras enfermedades degenerativas como el Parkinson. Lo importante es no normalizar que las personas mayores tienen algún problema de memoria, eso no es correcto”, aseguró.
Frente a este escenario, el especialista recomienda que si notan que los adultos mayores se les olvida donde dejan las cosas o si les olvida apagar la cocina o dejan el agua corriendo o las puertas abiertas o hay cambios en su conducta como agresividad, apatía o alucinaciones, tienen que preguntarse si no estará comenzando algún tipo de demencia y por lo tanto consultar, partiendo en el Cesfam, donde tendrán una primera evaluación, recordando que esta patología cuenta con garantías GES.